Minutos después de que esta mujer se ganara $42 millones, el personal de seguridad dijo que la tragamonedas había fallado

Cuando la máquina tragamonedas de Katrina Bookman ganó el premio gordo, estaba que no cabía de contenta (¿y quién la culpa?). Y, por supuesto, se tomó un selfie para mostrar el asombroso monto que había ganado, un total de 43 millones de dólares. Fue allí que notó que el personal de seguridad se acercaba a ella. Pero estos hombres no estaban allí para escoltarla sana y a salvo a casa. Más bien, le lanzaron una bomba: la máquina estaba rota, dijeron.

Mucha gente sueña con una vida de lujo. De hecho, algunos tienen la esperanza de ser famosos y disfrutar de todas las riquezas que trae el estrellato. Y otros trabajan duro y disfrutan de las recompensas de sus esfuerzos. Otros todavía se dedican al juego y, ya sea por buen juicio o por pura suerte, esperan llevarse a casa una gran ganancia.

Katrina Bookman, al parecer, pertenecía con muchas esperanzas a este último grupo de personas. Así que, una noche de agosto de 2016, la mujer de 44 años visitó el Resorts World Casino en Queens, Nueva York. Allí se sentó en la "máquina tragamonedas Sphinx", una versión digital del juego de apuestas tradicional.

Y cuando la pantalla parpadeó frente a ella, parecía que la suerte de Bookman finalmente había llegado. De hecho, decía que había ganado, y el total era de 42.9 millones de dólares. Este monto habría sido el mayor que se haya obtenido jamás en una máquina tragamonedas. Tanto si Bookman era consciente de ese hecho como si no, se tomó un selfie de la victoria junto al total de su premio.

Pues bien, ¿cómo fue la sensación de ganar? Como Bookman le describió a WABC en noviembre de 2016, "ni siquiera puedo describir la sensación. Es como si todo mi cuerpo se hubiera adormecido". Sin duda supo en ese momento que su vida y la de toda su familia cambiarían para siempre.