Una prueba de ADN puede haber resuelto el antiguo misterio del 'Sudario de Turín' de una vez por todas

Muchos creen que la Sábana Santa de Turín muestra el rostro de Jesucristo después de su entierro. Eso lo convierte en una de las reliquias históricas más codiciadas conocidas por el hombre. Pero, ¿es real o es una falsificación magistral de la Edad Media? Pues bien, un estudio analizó muestras de ADN tomadas de la Sábana Santa, y es posible que los resultados solo hayan agregado nuevas capas al misterio que rodea a este artefacto religioso supuestamente antiguo.

Envuelto en misterio

La Sábana Santa de Turín es una simple pieza de tela de sarga que tiene rastros de sangre y una sutil huella del cuerpo de un hombre. Y miles de personas visitan el sudario cada año para ver el objeto que supuestamente cubría el cuerpo maltratado de Jesús antes de la Resurrección.

Una rica leyenda

El sudario mismo es parte de una rica leyenda de proporciones bíblicas. Supuestamente fue sacado de la tumba de Jesucristo y llevado de Judea a Turquía, luego a Constantinopla. Allí, aparentemente fue guardado y custodiado durante siglos.

Una sorpresa inesperada

Luego, en 1353, el sudario apareció en una pequeña iglesia en Lirey, Francia. Cómo llegó allí es desconocido. Y la Iglesia Católica reconoció públicamente su existencia cuando surgió en este inesperado lugar.

La datación de la Sábana Santa

Finalmente, en la década de 1980, la Iglesia permitió que se examinara la Sábana Santa. Un grupo de científicos usó la datación por radiocarbono para analizar la tela y concluyó que el sudario se elaboró ​​entre 1260 y 1390. Esto sugirió que el sudario era una falsificación ingeniosa y elaborada, lo que hirió la susceptibilidad de muchos.